Día 164
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Huxley, Aldous: Un mundo feliz. Madrid, El mundo (Millenium), 1999.
Huxley, Aldous: Un mundo feliz. Madrid, El mundo (Millenium), 1999.
Momentos en la vida,
de todo ser humano, conlleva nacer, crecer y morir, pero lo único que no
respeta el orden cronológico es precisamente la muerte. Tal vez por ello dicen
los padres, que por desgracia han visto morir hijos, que no es algo lógico,
normal. Pero si analizamos esto, nos daremos cuenta que la muerte es algo de lo
cual no podemos gobernar, algo inevitable.
“[…] El condicionamiento ante la muerte empieza a los
dieciocho meses. Todo crío pasa dos mañanas cada semana en un Hospital de
Moribundos. En estos hospitales encuentran los mejores juguetes, y se les
obsequia con helado de chocolate los días que hay defunción. Así aprenden a aceptar
la muerte como algo completamente corriente.”(p.189)
El pensar en la
muerte, en padecer un duelo, no es cosa sencilla para nadie. Nuestros hábitos y
costumbres cotidianos, lo que hacemos y las personas que vemos, nos hacen
sentir la pérdida a flor de piel. Pero si además somos conscientes de que no
tenemos una educación sobre los sentimientos, no quiere decir que nadie pero
por lo menos yo no conozco a muchos que la hayan tenido, este momento se hace
más difícil.
No creo que el llevar
a un niño desde edad muy temprana a ver gente morir lo lleve a
desensibilizarlos, ni creo que sea lo mejor ocultarle a los niños estos
momentos de la vida, también tienen que ser partícipes de los duelos, la
cuestión sería cómo y en qué momento. [1]
[1]
La ilustración mostrada fue tomada de http://www.elmundo.es/blogs/salud/profesionsanitaria/2011/10/04/morirse-de-catalanismo-agudo.html
Ver morir a alguien no es del nada agradable..por lo menos en mi experiencia.
ResponderEliminarTal vez porque desde siempre en nuestra cultura la muerte es considerada como un evento inevitable aunque nunca predecible y en lo segundo es donde quizás radica el infortunio.
Sabemos desde la niñez que morir es algo que sucede y vamos viendo que efectivamente tenemos destinado el fin de la vida.
Pocas veces tenemos la "fortuna" de saber cuando será el fin de nosotros o el de nuestro seres queridos y ahi es donde creo que no tenemos la preparación para morir o ver morir a alguien y menos cuando la muerte sucede intempestivamente.
En el libro que lees, aparentemente se ha creado una sociedad sin lazos afectivos y sin las caracteristicas humanas que nos identifican, como el amor, el dolor el miedo etc. y además programadas para nacer, desarrollarse, cumplir tu labor social y morir..entonces, se sabe desde antes de nacer cual será tu ciclo en la vida y cuando será el final de tu existencia...siendo así, sin las caracteristicas humanas antes dichas, creo que la vida y la muerte no tendrian ningun efecto en las personas...
Saludos..!
Antes que todo, muchas gracias por tu lectura y comentario, es un honor. Sí, definitivamente estoy de acuerdo contigo en tu comentario. Ver morir, o vivir la muerte de alguien, no es algo agradable. Sabemos que es inevitable y como dices no predecible, pero siento que aquello que nos une con nuestro seres queridos es la convivencia diaria, el parentesco, las experiencias... y en el momento, que como lo comentas acertadamente, se piensa en una sociedad en donde los lazos afectivos no se dan, y además la idea es suprimir a su menor expresión los sentimientos, tenemos como resultados seres desensibilizados.
ResponderEliminarAhora que si pensamos en nuestra realidad, en todo lo que ahora vemos y oímos en los medios de comunicación, parece que exactamente es lo que nos está pasando: nos estamos acostumbrando a vivir con la muerte, claro, la muerte del ajeo, y por lo tanto a ya no sentir nada, o casi nada al respecto. Escuchamos constantemente cifras de personas que mueren, los niños también están creciendo con esa información, pero se queda en sólo eso: datos.
¿Qué pasa en la mente en un niño que crece rodeado de muerte? Claro está, que desde la tv o la radio y algunos desde su familia ¿Cómo aprenderán a vivirlo?
También Saludos