Día 365+157
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
Si
los hombres y las mujeres pertenecemos a la misma especie, entonces ¿por qué parecemos,
en muchas cosas, que somos totalmente diferentes? Claro está que compartimos
rasgos específicos, como caminar erguidos, los mismos sentidos, etc. Y que la
diferencia, además de los genitales, es realmente mínima. Pensemos en hombres
que parecen mujeres y mujeres que parecen hombres, y seguramente comprenderemos
que estando los genitales ocultos, bien podemos confundirnos.
“Y en verdad basta pasearse con los ojos abiertos para
comprobar que la Humanidad se divide en dos categorías de individuos cuyos
vestidos, rostro, cuerpo, sonrisa, porte, intereses, ocupaciones son
manifestaciones diferentes. A caso tales diferencias sean superficiales; tal
vez estén destinadas a desaparecer. […]" (p. 17)
Pero,
como bien lo dice nuestra autoras, hay diferencias que son a simple vista
detectables, como el que las mujeres se pinta, los hombres no, las mujeres
llegan a usar vestido, los hombres no, etc.
Así que lo que podemos ver que nos hace realmente diferente a los hombres y las
mujeres, no es tanto nuestra composición genética, por lo menos a simple vista,
sino agregados como la ropa, el comportamiento, las actitudes, etc. ¿Será que
entonces nos creemos más diferentes de lo que en realidad somos en nuestra
esencia? [1]
[1] La imagen fue tomada http://www.taringa.net/posts/info/7805579/Diferencias-entre-Mujeres-y-hombres.html
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