Día 16
Lectura: Murakami,
Haruki: Tokio Blues (Norwegian Wood). (Trad. Lourdes Porta)
México, Tusquets Editores (3a edición), 2011.
México, Tusquets Editores (3a edición), 2011.
Ayer
hablaba de los recuerdos. Ahora sólo un poquito sobre amor. Al estar
enamorados, sentimos una gran necesidad de estar todo el tiempo con el otro.
Ser uno. Inseparables. Pero:
“Eso
de que alguien proteja eternamente a alguien… es imposible.[…]” (p.15
)
Esta
nota es sobre un recuerdo que tiene Watanabe sobre un amor juvenil. Me hace preguntarme, preguntarles: ¿Amar es protección? ¿Protección a qué? ¿Es
depender del otro? ¿O como su nombre bien lo dice, eso es ser dependiente?
Porque el estar cada minuto, cada segundo junto al otro no acrescenta el amor.
Al contrario. Por esto cuando Naoko, la novia, lo dice, me hace pensar que es
una persona que desea la protección que ella no se puede dar, protección ante
un secretos que ignoro como lectora.
Ya
lo decía hace unos días, todos tenemos secretos, pero cuando no los queremos afrontar,
es más fácil querer o pensar que otros serían la solución, como si pudiéramos
pasar nuestros pesare. Desear que alguien te protegiera eternamente más que
imposible debería ser indeseable, porque lo único a lo que estaríamos huyendo
es a nosotros mismos.
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