Día 286
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Zapata, Luis: El vampiro de la colonia Roma
(Las aventuras, desventuras y sueños de Adonis García),
México, Debolsillo, 2012.
Zapata, Luis: El vampiro de la colonia Roma
(Las aventuras, desventuras y sueños de Adonis García),
México, Debolsillo, 2012.
Todos sabemos que comer
es una necesidad primaria que si no lo hacemos, morimos; pero no siempre se
tiene para hacerlo. Hay momentos críticos en donde no se tiene dinero, elemento
básico para sobrevivir por lo menos es la ciudad, ni para comer huevo (que
ahora ya son un producto de lujo ¿no?) entonces uno tiene que hacer circo,
maroma y teatro para alimentarse. Para todos aquellos que han padecido hambre,
lo sabrán.
“ya
no teníamos ni para comer nos la
pasábamos comiendo tortas de plátano
porque era lo más barato y a mí
me sabían riquísimas me sabían
deliciosas las tortas de plátano” (p.45)
A mí también me
encantan las tortas de plátano, pero sé que muchas personas nunca las han probado
(inténtenlo, no se arrepentirán); pero, como comentaba hacer rato, cuando se
tiene hambre, lo importante es comer.
Yo, desde pequeña, he
sido mala para comer pollo, pero recuerdo que hubo una época de mi niñez que me
regalaron patas, cabezas y huacal de pollo, tengo presente que el caldo fue el
más delicioso que probé, aunque no alcance a comer la cabeza, tal vez me faltó
aún hambre, pero sí comía muchas y ricas tortillas a mano, con salsa de manzano
y frijolitos. Y ayer y ahora, que en muchos hogares comemos cual “puerquitos”,
pienso en aquello años de hambre, y en que inevitablemente hay familias que no
tienen ni para comer. Creo que debemos valorar más algo que parece dado de siempre:
nuestra comida y a todos aquellos que nos dan un plato para compartir como lo
hizo con mi familia Doña Minerva. Gracias. [1]
[1] La imagen fue tomada de http://conacyemtoluca.wordpress.com/category/sin-categoria/comercio/tortilleria/page/21/
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