Día 365+137
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Muñoz Molina, Antonio: El dueño del Secreto. España,
Espasa Calpe, 1999.
Muñoz Molina, Antonio: El dueño del Secreto. España,
Espasa Calpe, 1999.
No
siempre lo que vemos es lo que realmente es, las apariencias engañan. Pensemos
en un señor que a simple vista, por su manera de hablar, expresarse y vestir,
aparenta ser una persona trabajadora, responsable, padre de familia, cariñoso y
respetuoso con sus familiares y amigos, pero cuando rascamos un poco en estas
relaciones interpersonales nos llevamos muchas sorpresas agradables y desagradables.
“[…] Era, pensé a veces, como si la mujer, el piso y los
hijos formaran parte de una vida falsa, de la identidad mentirosa que se había
forjado Ataúlfo para ocultar su condición de secretario general de la temible
FAI.[…]" (p. 96)
¿Cuántas
personas no usarán a su familia para disimular segundas vidas? Claro está que
muchas personas ocultamos algo, manejamos máscaras, pero hay de secretos a
secretos, y una cosa es guardar un secreto que no afecta a terceros, a usar a
otros, inclusive a hijos, para mantener una segunda vida. ¿Qué opinas?[1]
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