Día 298
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Sheldon, Sidney: Si hubiera un mañana,
Buenos Aires, Émece editores (La nación), 2009.
Sheldon, Sidney: Si hubiera un mañana,
Buenos Aires, Émece editores (La nación), 2009.
En esta ocasión les
comentaré sobre este libro, recomendado y prestado por mi compañero Arturo. La reseña
comenta que es la historia de una mujer que es condenada a quince años de
prisión, por un delito no cometido, y que al salir de este busca venganza. Las primeras
quince páginas me han atrapado de inicio, primero porque empieza con un
suicidio, que en apariencia no tiene sentido, y con la vida deseada de toda
mujer, por la que más adelante será encarcelada.
“Es
casi una inmoralidad sentirse tan contenta, pensó Tracy. Voy a casarme con el
hombre que amo, tendré un hijo de él. ¿Qué más puedo pedir?” (p.13)
Llamó mi atención
esta cita, porque ¿realmente uno se puede o debe sentirse mal, ser inmoral como
dice, por sentirse bien y alegre por lo que se tiene? Si pensamos en todas las
desgracias que pasan en el mundo, sí se podría aplicar porque ¿cómo es posible
que a unos les valla tan bien y a otros tan mal? Alguien me podría decir que
entonces uno se debe sentir mal por lo que uno tiene, pero no es precisamente
lo que quiero decir, más bien que cuando en la vida se nos presenta por un lado
lo mejor y por otro lo peor, no es algo que encaja con la noción de justo.
Así como algunos no
piden ser ricos, tampoco otros piden ser pobres, o felices e infelices. Pero
creo que todo gira en ser consientes que en un momento podemos estar en lo más
alto y en un cerrar y abrir de ojo, llegar hasta lo más bajo; y así formarnos
una conciencia en donde lo importante es el bienestar moral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario