Día 365+128
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Muñoz Molina, Antonio: El dueño del Secreto. España,
Espasa Calpe, 1999.
Muñoz Molina, Antonio: El dueño del Secreto. España,
Espasa Calpe, 1999.
¿Cuáles
son las cosas, circunstancias y situaciones que nos roban el alma, la voluntad,
la libertad? Cuando aviento esta pregunta al aire, y tratando de englobar todo,
me refiero cuando uno no es autónoma en gran parte de nuestra vida, el no poder
decir qué hace, cómo hacerlo, en dónde y cuándo.
“[…] los estudiantes hacían cola en las paradas de los
autobuses azules que llevaban a la Ciudad Universitaria, mansos como ovejas,
pensaba yo, odiándolos, embrutecidos por la ignorancia, por el consumismo, por
la televisión, abotargados por el hábito de la obediencia […]" (p. 65)
Este
robo de la voluntad, la incapacidad para tener la posibilidad de reflexionar y
así obtener nuestras propias opiniones, viene desde nuestro núcleo familiar, al
estar sometidos al autoritarismo de nuestros padres, o al no poner a trabajar
analíticamente a nuestra mente porque la tenemos inundada por la televisión,
por ejemplo.
Así
que en el momento en que no podemos externar una opinión propia, nos hacemos
uno solo con las demás personas que hacen lo mismo. Es como un mal que se pude
contagiar de familia en familia, de individuo en individuo y que sólo es
posible dejar de ser una oveja más, saliéndonos del corral.[1]
Gracias Gabriela Sánchez Bacarlet por recomendarle este vídeo que está muy acorde con la entrada del día de hoy, con aquello de los borregos. Espero les guste igual que a mi.
Gracias Gabriela Sánchez Bacarlet por recomendarle este vídeo que está muy acorde con la entrada del día de hoy, con aquello de los borregos. Espero les guste igual que a mi.
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