viernes, 1 de junio de 2012

Tercera y última historia


Día 80                              
Lectura: Taylor, Peter: El adiestramiento de una amante.
México, Cal y arena, 1996. (Trad. Laura Emilia Pacheco). 

Tía Coquis ésta entrada te la dedico. Te recuerdo en dos fiestas importantes: hace tiempo en los 25 años de casados de mis papás en compañía de nuestros hermanos, primos, tíos y sobrinos aquí en la tierra; y ayer en tu último adiós, recibida por tus amados padres y tíos en el cielo de Dios. Sé que muchos te recordarán, pero sólo pocos, los de verdadero amor, te sentirán. Con todo mi respeto y cariño a la familia Calderón Domínguez: Ruth Sierra

Historia 3: Apariciones Familiares

Con esta tercera historia termino de comentar el libro que como les decía en los días anteriores, es corto en extensión pero grande en contenido. Así que todo lo que pueda contar se queda corto, es una agradable experiencia leerlo. Esta última historia es una pequeña obra de teatro, en un solo acto, donde dos hermanos huérfanos, ella Meg y él Nicky, recuerdan a su padre ya fallecido; cada uno a su manera.

“MEG (ignora lo último que ha dicho Nicky). Papá solía decir que si uno entendía cuál es el papel femenino y cuál es masculino en nuestro mundo, no había nada más que entender.”(p.63)

La convivencia entre los muertos y los vivos es  a través de lo que se dice, cuenta y recuerda. Estos hermanos lo hacen pero cada uno a su manera; además tiene conversaciones e ideas que no se explicaron en su momento, que no son claras porque son secretos. Secretos de familia, como en todas, que sólo se descubren al final de la historia. Porque como vemos en la cita Meg tiene claro lo que su padre le decía y hacía, pero no puede decir lo mismo en relación a su hermano donde ella sólo supone que era una relación igual, cosa que no es así.

Nuevamente, y por última ocasión, puedo comentar que me queda claro, al leer este relato, que lo que llamamos intimidad, es algo que empieza desde el pensamiento. Creemos saber lo que el otro piensa de X cosas o persona, pero en el fondo no es así. Cada uno tenemos nuestros “ángeles y demonios”, nuestros secretos, qué se esconde detrás de este cuerpo visible. La mente y sus recuerdos, es algo que sólo nos pertenece a nosotros y compartimos lo que queremos.

La mente se comporta de maneras tan complejas que no comprendemos por qué recordamos unas cosas o personas y otras no. O ante un mismo hecho vivido por dos personas, cada uno lo recuerda de diferente manera.  Yo quiero ser recordad por muchos, pero ¿cómo me recordarán? Sólo tú lo sabes.




No hay comentarios:

Publicar un comentario