Día 124
Comentando lo que me despierta la
lectura de:
Elizondo, Salvador: Farabeuf. México,
FCE, Colección Popular (Séptima edición), 2009.
Elizondo, Salvador: Farabeuf. México,
FCE, Colección Popular (Séptima edición), 2009.
Pensar, creer que
tenemos el control del mundo, de las cosas, de las personas, las situaciones,
pero en realidad no es así, pasa que:
“Una duda te turba.[…] (p. 128)
Porque cuando no hay
seguridad, claridad y evidencia de las que las cosas son como pensamos,
creíamos o queríamos, nos sentimos preocupados, trastornados. Pensemos en el
ejemplo en donde una mujer, u hombre, cree terne una relación clara, duradera,
limpia, y de pronto, un día sin deberla ni temerla, de la nada, se da cuenta
(que en muchas ocasiones a raíz de un detalle insignificante, como el olor de
una loción que no es la común) de que todo aquello era sólo una fantasía, que
la realidad es algo muy distinto.
El creer no es siempre
seguridad de lo vivido. Las dudas, pueden llegar a ser tan ruidosas que nos llegan
a desquiciar, atormentar. Seguro alguna vez te ha pasado ¿o no? [1]
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