jueves, 25 de octubre de 2012

Reina 2 tercera parte


Día 225

Comentando lo que me despierta la lectura de:
 Gottschalk, Maren: Reinas (Cinco soberanas y sus biografías), México, FCE (A través del Espejo), Trad. Ofelia Arruti 2010, 2003.



En esta tercer parte termino mi lectura sobre la reina Isabel I. He de confesar que deseo leer más sobre ella, me pareció un personaje tan interesante en todos los aspectos, y más por el hecho de ser mujer en un mundo donde los que dominaban eran los reyes, que sería un delito no saber de ella.


 <<El parlamento sigue presionando a la reina para que ponga en regla su sucesión. Isabel reacciona cada vez más indignada:”Aunque sólo soy una mujer, mi valor es, como corresponde a mi alto cargo, tan grande como era el valor de mi padre. Soy vuestra reina ungida. Nunca permitiré que me obliguen a nada”>> (p.84)


Si una mujer en un mundo masculino pone resistencia a los mandatos, a las ordenes de lo que se le dice es tachada como pervertida, insaciable, etc. Los rumores, mitos y desprestigios no tardan en llegar, y esto es lo que pasó en parte con la vida de Isabel que fue amenazada no sólo por las armas, sino por el desprestigio. Pero pensar en que una mujer XV tuviera la visión de aprovechar el dinero, el poder, la educación e independencia en todos los sentidos para gobernar, sin ayuda de un hombre, en una gran nación como la inglesa, nos habla de una persona con mucho terquedad, parte de su carácter, y decisión para no casarse y dedicarse a gobernar a su pueblo. Isabel actuó en varios momentos de su reinado de forma “despiadada”, aunque yo diría necesaria, para ser lo que fue: una mujer que se opuso a los parámetros de conducta y vida social de su tiempo.













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