Día 308
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Sheldon, Sidney: Si hubiera un mañana,
Buenos Aires, Émece editores (La nación), 2009.
Sheldon, Sidney: Si hubiera un mañana,
Buenos Aires, Émece editores (La nación), 2009.
Son muchos los
adjetivos calificativos que se le puede dar a las personas, desde los más agradables
como hermosa, alegre, sonriente, contenta, carismática, graciosa, encantador,
etc. Hasta los más despreciables como jetón, mandona, infeliz, feo, raro, engreída,
patán, etc. Todas estas maneras de calificar a una persona nos muestra la forma
en que otros nos ven y cómo nos comportamos también.
“-No
tienes que preocuparte por él. Jamás volverá a molestar a nadie.
Estaban
desnudos, en la cama de agua del departamento de Ernestina.
-¿En
qué te beneficias con todo esto querida?
-Ese
hombre es un canalla.
-De
acuerdo lo hago por una amiga.[…]” (p.126)
¿Quién es un hombre o
mujer canalla[1]?
Porque también las hay en mujeres. Es una persona que no tiene prejuicios,
problemas ni empacho en no tener palabra, sino al contrario, que en cualquier
momento puede hacer un mal intencionalmente porque no le importa más que él
mismo o ella.
De todos los
adjetivos que podrían darte a lo largo de tu vida ¿cuáles preferirías? Yo, que estoy
segura que es lo que la mayoría desearía, todos aquellos que me dan virtudes y
no defectos.[2]
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