Día 323
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Benítez Reyes, Felipe: Tratándose de Ustedes,
Barcelona, Túsquets Editores, 2002.
Benítez Reyes, Felipe: Tratándose de Ustedes,
Barcelona, Túsquets Editores, 2002.
Pensar en que en
algún momento de nuestras vidas tendremos que llegar a dejar de trabajar, ya
sea por nuestra edad o por incapacidad, a muchas personas les causa temor y
frustración. Recuerdo que mi abuelito siempre platicaba sobre este momento; él
sentía que no tenían porque haberlos jubilado, que estaba aún fuerte y que el
sacarlo significaba que ya no servía. Todo esto me hacía sentir mal por él
porque notaba que se sentía triste y frustrado por ello.
“La
jubilación la llevaba Muñave mal que bien y, para ir matando el tiempo antes
que el tiempo le matase a él, se había ofrecido al director del periódico local
como crítico literario, en régimen de gratuidad.” (p.51)
Será que para muchas
personas jubilarse significa ¿empezar a morir? ¿será que sienten que el tiempo los
va matando? Yo diría que esto no sólo pasa después de jubilarse sino en todo
momento, porque nos guste o el tiempo nos va marcando el deterioro de nuestro
cuerpo. Pero siento que mucho de lo que sentimos, como le pasaba a mi abuelito,
es una cuestión más psicológica que realmente biológica. O ¿no te ha pasado que
te sientes más viejo que los propios viejos? Y ¿cuántas veces los viejos se
sienten, y se ven, más jóvenes que los mismos jóvenes?
Así que yo diría que
no es necesario dejar de trabajar, y tener una pensión, para que muchas
personas se jubilen desde temprana edad. ¿No crees?[1]
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