Día 341
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Saramago, José: El hombre Duplicado, (Trad. Pilar del Río)
Madrid, Santillana ediciones (Punto de lectura), 2007.
Saramago, José: El hombre Duplicado, (Trad. Pilar del Río)
Madrid, Santillana ediciones (Punto de lectura), 2007.
Hoy domingo, el día
en que muchas personas sienten un gran vacío porque no tiene nada, o creen eso,
que pueden hacer. Pasa el tiempo como en el limbo, en donde cada minuto puede
ser inundado por el tedio y el aburrimiento y más si no son amantes de algún
deporte, común que lo pasen en este día curiosamente, o si no se tiene amigos a
quien recurrir para pasar una tarde de descanso y distracción. Un momento así
es el ideal para caer en la depresión y sentir que la vida no tiene sentido ni
rumbo.
“[…]
Estás disculpado, hombre, estas disculpado, aunque el casi no es para tanto,
sucede simplemente que has creado en tu cabeza lo que sueles llamarse una
tempestad en un vaso de agua, por fortuna en estos casos los náufragos son
siempre a vista de playa, nadie muere ahogado[…]” (p.79)
Pero este día no
tiene porque ser un pretexto para hacer, como dice en la cita, una tempestad en
un vaso de agua. Algo que tendría que ser motivo de alegría, porque se pude
descansar si se desea a pierna suelta o salir, sin preocupaciones, a dar una
vuelta a la calle sin reloj en mano, para muchos no lo es.
Bueno, muchas cosas
por hacer, pero al no saber en qué ocuparnos, porque estamos muy acostumbrados
a que nos digan que hacer y vivir en la rapidez de la ciudad, podemos pensar
que es el día de las peores catástrofe, cosa que no es así, sólo es producto de
nuestra imaginación.[1]
[1] La imagen fue tomada de http://gferrand.blogspot.mx/2012/10/the-collectors-where-are-they-now-1.html
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