Día 347
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Saramago, José: El hombre Duplicado, (Trad. Pilar del Río)
Madrid, Santillana ediciones (Punto de lectura), 2007.
Saramago, José: El hombre Duplicado, (Trad. Pilar del Río)
Madrid, Santillana ediciones (Punto de lectura), 2007.
Para llegar a ser
experto en algo se requiere mucha práctica y dedicación; no es tarea fácil porque
el tiempo que puede llevar para dicho fin va más allá de días o semanas, puede
ser hasta cuestión de años. Ya sea en un oficio o profesión, no es fácil poder llegar al punto
en donde no sea necesario tener instrucciones para ejecutarlo.
“[…]
Sabia que había descuidado la preparación de la clase, pero la experiencia de
los años resolvería la falta, otras veces improvisó y nadie notó la diferencia.
[…]” (p.169)
Así que no cualquiera
puede llegar a este punto de la improvisación. Si pensamos en la actividad que
deseemos: los deportes, las ciencias, el arte, etc. O la carpintería, herrería,
albañilería, etc. Y pensamos en un momento de confusión o flojera en donde es
necesario actuar sin algo planeado, y la situación sale salvada, entonces
podemos decir que estamos frente a un experto en el área. Yo quisiera dominar
algo a tal punto que no fuera necesario todo el tiempo planear lo que se hará,
sino hacerlo y hacerlo siempre bien, aún en los momentos de mayor distracción.[1]
[1] La imagen fue tomada de http://b15desolasol.blogspot.mx/2012/05/planificar-o-no-planificar-esa-es-la.html
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