Día 365+7
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Piera, Gustavo: La travesía. 18 claves para llegar a buen puerto. Barcelona, Alienta Editorial, 2006.
Piera, Gustavo: La travesía. 18 claves para llegar a buen puerto. Barcelona, Alienta Editorial, 2006.
Los seres humanos somos expertos en quejarnos por todo:
de nuestro nombre, del ruido, del silencio, el tráfico, la comida, la familia,
etc. Casi siempre es así, una de las quejas más recurrentes, paro los que
vivimos en las grandes urbes, es el que no tenemos tiempo. Y, curiosamente en
la vida diaria, cuando tenemos vacaciones, muchos no saben qué hacer con dicho
tiempo. Es una gran contradicción pero así es. Por desgracia esto se toma cual pretexto
también para todo. Por ejemplo: no voy al Dr. porque no tengo tiempo ni para
ver a mis hijos, mucho menos para estudiar o visitar a mis abuelos, con
trabajos y me da tiempo de dormir y a veces ni eso. ¿Seguramente has escuchado
algo parecido a esto, verdad?
"[...] No es poner más tiempo a nuestra vida -
porqué el tiempo.es limitado-, es poner más vida a nuestro tiempo... Dedicarnos
a lo que hacemos con ilusión. [...]" (p.51)
Claro que al vivir en la ciudad el tiempo pasa más rápido,
o más bien creemos que pasa así, porque ese es el ritmo que marcamos nosotros mismos.
La naturaleza tiene sus ciclos, pero la forma en que vivimos en ellos es lo que
hace la diferencia entre unos y otros.
Podemos estar exigiendo tiempo todo el tiempo, pero este no
llega a nuestra voluntad. Lo que sí podemos hacer con el tiempo es mucho, y no
refiriéndome a cantidad sino de calidad. ¿Qué tanto valoramos nuestra vida que transcurre en este preciso tiempo?[1]
No hay comentarios:
Publicar un comentario