Día 365+10
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Piera, Gustavo: La travesía. 18 claves para llegar a buen puerto. Barcelona, Alienta Editorial, 2006.
Piera, Gustavo: La travesía. 18 claves para llegar a buen puerto. Barcelona, Alienta Editorial, 2006.
¿Por qué miramos al pasado? ¿Por qué, en muchas
ocasiones, lo vivido creemos que es mejor, o peor según el caso, que el
presente? Como el propio nombre lo indica, cuando volteamos al pasado, miramos
a lo que ya pasó. El pasado no es el ahora, sino dejaría de ser pasado, pero
tampoco es el futuro; es lo que fue y no puede cambiar, para bien o para mal, y
que por más que lo quisiéramos de regreso es no es posible que así sea.
“-Cuando uno mira atrás –comenzó diciendo-, siempre tiene
la sensación de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Tendemos a idealizar los
momentos vividos, pero muchas veces los recuerdos no son realistas. Eso sí,
tiene la virtud de desmoralizarnos rápidamente." (p.74)
Lo único que tenemos es nuestro presente, y este en
cuestión de segundos deja de ser eso para ser parte del pasado; por ejemplo, el
acto mismo de escribir en las primeras líneas,
en este momento ya son parte del pasado, que acaba de irse en segundos. Así es
todo, lo que ahora es, en un abrir de ojos, se convierte en lo que fue.
Pienso en el típico ejemplo donde muere el familiar y se
llora por lo que fue, por lo que no se hizo en el momento. En este ejemplo,
como en muchas otras cosas de la vida, si lo pensamos fríamente, de nada sirve
traerlo a nuestro presente porque entonces perdemos el ahora por lo que fue. En
lugar de pensar en lo que es ahora, si nos aferramos al pasado, entonces
dejamos de vivir para sólo empezar a recordar. El problema no es recordar, sino
sólo vivir para recordar. [1]
[1] La imagen fue tomada de http://www.ikerjimenez.com/noticias/podemos-viajar-al-pasado-sin-cambiar-el-futuro/index.html
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