Día 365+75
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Funke, Cornelia: Las gallinas Locas. El secreto de la felicidad. (Traducción del Alemán: María Alonso) Barcelona, Ediciones B, 2006.
Funke, Cornelia: Las gallinas Locas. El secreto de la felicidad. (Traducción del Alemán: María Alonso) Barcelona, Ediciones B, 2006.
Para todos aquellos que vivimos en un ciudad tan poblada
como lo es el Distrito Federal, México, que tiene tan alto grado de
contaminación, casi todo el año, nos perdemos el fascinante espectáculo que nos
otorga el cielo: las estrellas. Seguramente has tenido la oportunidad de salir,
o vivir, en las afueras y el cielo da una sensación de claridad impresionante.
Es como si ante nuestros ojos pudiéramos ver una serie de “puntitos” que están
puestos para nuestro deleite.
“[…] Sardine contempló
las ventanas iluminadas y trató de grabarlo todo en su memoria: la visita de la
casa entre los árboles oscuros, los resoplidos de los caballos en el silencio
de la noche, y las estrellas del cielo. Jamás había imaginado que hubiera
tantas.” (p.183)
Es una de las cosas que más extraños de no vivir en la
provincia, pero como uno de los personajes de esta historia, guardé en mi mente
varias hermosas fotografías, recuerdos, de esos momentos especiales que viví en
mi niñez al caminar por senderos con una obscuridad clara ante mis ojos pero que
eran mayormente alumbrados por la luna acompañada de las estrellas.[1]
[1] La imagen fue tomada de http://actualidad.rt.com/ciencias/view/81037-noche-espectacular-lluvia-estrellas-america-latina
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