Día 365+70
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Funke, Cornelia: Las gallinas Locas. El secreto de la felicidad. (Traducción del Alemán: María Alonso) Barcelona, Ediciones B, 2006.
Funke, Cornelia: Las gallinas Locas. El secreto de la felicidad. (Traducción del Alemán: María Alonso) Barcelona, Ediciones B, 2006.
Seguramente te ha pasado, como a mi, que después de
planear un viaje en familia, amigos o escolar, ya sea para visitar a algún
familiar lejana o sólo para tener un momento de distracción, con tanto
esfuerzo, ilusión y lleno de ideas, que cuando llega el momento de llevarlo a
cabo, parece que no empieza todo a marchar como se tenía pensado. Esto también
le pasa a las protagonistas de este libro, como lo podemos leer en la siguiente
cita:
“-El viaje fue un
auténtico desastre. Salieron con retraso, encontraron caravana a salir de la
ciudad y se perdieron, por lo menos, en una docena de ocasiones.[…]” (p.54)
Claro que todos tenemos alguna historia que contar de
este tipo, que van desde quedarse sin gasolina en medio de la nada; el tener
muchas hambre y sed, o ganas de ir al baño, pero no poder saciar estas
necesidades hasta que se empieza a caer en la desesperación; o que se ponche o
descomponga el carro, etc.
Podría llenar esta entrada de catástrofes vacacionales,
pero sé que en este momento ya estas pensado en algunos más. ¿A poco no, ahora
que los recuerdas, ya son graciosos? Son esas pequeñas y grandes cosas que le
dan sabor a nuestros tropezados pero divertidos viajes. ¿No crees?[1]
[1] La imagen fue tomada de http://www.adnsureste.info/index.php/ley-de-herodes/38994-de-visitas-ley-de-herocdes-
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