miércoles, 22 de mayo de 2013

Tropiezos vacacionales


Día 365+70
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Funke, Cornelia: Las gallinas Locas. El secreto de la felicidad. (Traducción del Alemán: María Alonso) Barcelona, Ediciones B, 2006.



Seguramente te ha pasado, como a mi, que después de planear un viaje en familia, amigos o escolar, ya sea para visitar a algún familiar lejana o sólo para tener un momento de distracción, con tanto esfuerzo, ilusión y lleno de ideas, que cuando llega el momento de llevarlo a cabo, parece que no empieza todo a marchar como se tenía pensado. Esto también le pasa a las protagonistas de este libro, como lo podemos leer en la siguiente cita:



 “-El viaje fue un auténtico desastre. Salieron con retraso, encontraron caravana a salir de la ciudad y se perdieron, por lo menos, en una docena de ocasiones.[…]” (p.54)




Claro que todos tenemos alguna historia que contar de este tipo, que van desde quedarse sin gasolina en medio de la nada; el tener muchas hambre y sed, o ganas de ir al baño, pero no poder saciar estas necesidades hasta que se empieza a caer en la desesperación; o que se ponche o descomponga el carro, etc.
Podría llenar esta entrada de catástrofes vacacionales, pero sé que en este momento ya estas pensado en algunos más. ¿A poco no, ahora que los recuerdas, ya son graciosos? Son esas pequeñas y grandes cosas que le dan sabor a nuestros tropezados pero divertidos viajes. ¿No crees?[1]









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