Día 365+324
Comentando lo que me despierta la
lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
Muchas
chicas, aún en la actualidad, no pueden llegar a disfrutar de experiencias sexuales
satisfactorias, nunca lograr sentir verdadera excitación o un orgasmo, por ello
viven molestas, cansadas y hasta deseosas de dejar de tenerlas, porque en el
momento en que no logran sentir placer, en muchas ocasiones molestia, no
quieren más prácticas sexuales. ¿Pero por qué a muchas mujeres les pasa esto?
¿De dónde vienen estos problemas?
“[…] se
comprende que los inicios eróticos de las mujeres no sean fáciles. […] Una
educación severa, el temor al pecado, el sentimiento de culpabilidad, con
respecto a la madre, crean poderosas barreras. ” (p.321)
La manera en que vivimos nuestra sexualidad, como todos
los demás aspectos de la vida, es el reflejo de una enseñanza. Como bien dice
la cita, si esta enseñanza lo que provoca es inculcarnos miedos, tabús y
limitaciones, es obvio y claro que nunca
se podrá vivir de relaciones sexuales placenteras porque siempre habrá un pero
para ello, algunos ejemplos serían cuando dicen “así no porque qué dirá si se
entera mi mamá” , “esto no lo hago porque es pecado”, etc. Considero que por
esto no se puede llegar a una sexualidad libre y exitosa, el miedo y la
pasividad nos sume en un pozo obscuro y triste en donde no hay elecciones ni
color. ¿Cómo crees que se debe educar a una mujer para que no tenga
barreras sino elecciones en su
sexualidad?[1]
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