jueves, 23 de enero de 2014

Hombres y mujeres no somos iguales en el climax sexogenital

Día 365+317
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.




La sexualidad de los seres humanos es compleja porque no se reduce, como las demás especies animales, al cortejo y el acto mismo, sino que nosotros al tener la capacidad de pensar, y por ello de analizar, cuestionar y dudar de ello, la volvemos más complicada. Todo lo que un hombre y una mujer tiene que llegar a hacer para poder tener contacto sexual es complejo, aunque no lo parezca para algunas personas que “fácilmente” se acuestan con alguien, porque no sólo actuamos por lo percibimos por nuestros cinco sentidos, sino también por lo que pensamos y los sentimientos que experimentamos.



“[…] mediante la eyaculación, el varón se descarga de secreciones que le pesan; después del celo, obtiene una completa liberación acompañada, desde luego, de placer. […] El erotismo de la mujer es mucho más complejo y refleja la complejidad de la situación femenina. […]” (p.313)



Ahora, si pensamos que dentro de la especia humana estamos los dos géneros, masculino y femenino, y vemos las diferencias biológicas, nosotras vagina y ellos penes, podemos entender de entras que la forma en que vivimos nuestra sexualidad es diferente, y estoy segura que esto lo podemos constatar más todas aquellas personas que ya hemos tenido experiencias sexogenitales.


Los hombres pueden culminar el acto mismo sexogenital cuando eyaculan, pero para las mujeres esto algo mucho más complejo el llegar a este climax, y si además le agregamos que culturalmente se nos educa para ser pasivas, en espera de lo que llegue y no a la búsqueda, se complica aún más.[1]




























[1] http://www.lacapital.com.ar/canales/mujer/contenidos/2011/05/12/TreceMitosenlaSexualidad.html

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