Día 365+340
Comentando lo que me despierta la
lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
Dentro
de las múltiples decisiones que tomamos en la vida está el cómo decidimos
vestirnos. A lo largo de la historia los
seres humanos nos hemos preocupado por cubrir nuestro cuerpos, respuestas para
este comportamiento hay varias como la que nos dice que es porque somos seres
pudorosos, o que somos seres de costumbres, o que es para embellecer nuestro
cuerpo, etc. Y es innegable que también tiene mucho que ver nuestra cultura,
sociedad e ideología. Seguramente has visto documentales de otras culturas en
donde las mujeres no cubren sus pechos, u otros en donde los hombres usan
faldas. En México años antes las mujeres no podían usar pantalones, era mal
visto, actualmente es mayor el número de mujeres que los usan.
“[…] No hay
nada menos natural que vestirse de
mujer; sin duda, la ropa masculina también es artificial, pero es más cómoda y
más sencilla; está hecha para favorecer la acción en lugar de entorpecerla […]”(p.363)
Como lo comenté al inicio de esta entrada, yo creo que el
cómo decidas vestir es más una elección que una imposición. Yo decidí, aunque
en un primer momento desde el inconsciente, usar muy poco faldas o vestidos, y
esto fue a partir de que tuve algunas experiencias desagradables cuando
estudiaba la preparatoria en el transporte público. Con esto no quiere decir
que nunca lo hago pero estoy absolutamente de acuerdo con la cita que es mucho
más cómodo usar pantalones si en tu vida tienes que subes, bajas, corres. Por
desgracias muchas personas consideran que una mujer que no usa falda es poco
femenina, pero por suerte es algo que a mí no me preocupa, y ¿a ti? [1]
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