Día 102
Comentando lo que me despierta la lectura
de:
Fuentes, Carlos: Las buenas conciencias. México,
Planeta DeAngostini (Colección Carlos Fuentes), 2002.
Fuentes, Carlos: Las buenas conciencias. México,
Planeta DeAngostini (Colección Carlos Fuentes), 2002.
¿Nunca te has preguntado cómo es
hablan tus abuelos, por ejemplo, con sus padres, parejas o familiares? ¿Cómo es
que de época en época la manera de comunicarnos y expresarnos, va siendo
diferente y en muchas ocasiones, diversa? Yo tampoco me lo había cuestionado
hasta que leí esta pequeña parte del libro en cuestión:
“[…]¿por qué hablaban ciertos hombres, en
ciertas épocas, de una manera, y otros, en otros tiempos, en un estilo tan
diferente? […]” (p. 134)
Piensa por un momento
en cómo te comunicas tu ahora con los demás ¿crees que tu padre lo hacía igual
con los suyos? No creo. Yo, por ejemplo, recuerdo muy bien (por el tiempo que
conviví con mis abuelitos maternos) que a mi abuelito, todos le hablaban de
usted, y hasta le besábamos la mano, y si estaba sentado la frente. Así que la forma
en que uno hablaba con él era en un total y absoluto protocolo de respeto, en donde
era impensable tutearlo.
La forma en que
podemos llegar a ser educados, va a depender mucho de lo que nuestros padres
aprendieron, y aunque yo sé que a mi papá no le besarán la mano mis hijos, no
sé sí me gustaría que lo tutearan, porque siento que a partir de lenguaje
podemos formar, no imponer, respeto y admiración a nuestros mayores. ¿Tú cómo
ves? ¿Es una cuestión de respeto, estilo o costumbre?
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