martes, 26 de junio de 2012

El momento es hoy



Día 105
Comentando lo que me despierta la lectura de:
 Fuentes, Carlos: Las buenas conciencias. México,
Planeta DeAngostini (Colección Carlos Fuentes), 2002.


Pienso en este momento lo que significa perder a alguien, ver morir a un ser, porque querido o no, no deja de ser doloroso. Pienso y recuerdo en  todo aquello que uno tiene que pasar y sentir, para poder digerir un poco aquello que se vive, que se siente. No es cosa fácil el desprenderse, quitarse, de la piel un sentimiento tan triste como éste. De hecho siento que nunca se va, aprende uno a estar con él.


 “[…] Cuando Jaime abría el cajón para escoger una camisa, se detenía a escoger, también, una palabra para el enfermo. Pero al levantar el rostro, se encontraba en el espejo, joven, con las facciones recortadas, el vello rubio sobre los labios. Nunca encontró la palabra. Su padre nunca le dirigió la suya. Esperaron. […]” (p. 206)


Pero si además de la muerte de un ser querido, le añadimos lo que no se expresó en su momento, lo no hecho (caso muy típico) la cosa se agrava. Los remordimientos se hacen presenten y la conciencia no deja descansar al vivo; que si le hubiera dicho que lo quería, que si le hubiera comprado esto que tanto quería, que si, que si, que si…


Momentos siempre hay, pero si cada ocasión que tenemos la oportunidad de hacer algo que deseamos, o queremos decir, no lo hacemos en el presente, es casi seguro que el día de la muerte del ser querido,  nos arrepentiremos. Es no colocar por delante sentimientos como el coraje, la envidia, el odio, rencor, etc. Suena fácil, es fácil, pero se necesita mucho valor. [1]





[1] La ilustración mostrada fue tomada de http://www.devocionaldiario.com/brendaliz-aviles/hoy-y-no-manana-brendaliz-aviles/

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