Día 229
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Gottschalk, Maren: Reinas (Cinco soberanas y sus biografías), México, FCE (A través del Espejo), Trad. Ofelia Arruti 2010, 2003.
Gottschalk, Maren: Reinas (Cinco soberanas y sus biografías), México, FCE (A través del Espejo), Trad. Ofelia Arruti 2010, 2003.
}Cuando leí la
siguiente cita, no sabía cómo acomodar
lo que pensaba al respecto, porque a la Reina Cristina le pasó lo que nos
pasa a muchas personas, jóvenes y no tanto, y más hora en este tiempo de
consumismo, en donde lo importante es tener las cosas de una forma rápida y sin
esfuerzo:
“[…] Pero a Cristina
el gobierno le resulta desagradable […] Ella quiere ser reina, pero no
gobernar. Quiere hacer todo, pero no estar obligada a nada. […](p.117)
Imaginemos a alguien
que desea poseer cosas materiales pero no quiere trabajar, sólo recibir, o como
se diría popularmente, estirar la mano y que caiga del cielo. Siento que la
reina Cristina deseo toda su vida ser alguien sabio, importante en un mundo de
arte, pero tenía una carga política no deseada: ser la reina. Lo que deseaba
era sólo el título pero no el compromiso que conlleva el serlo; pero ¿cómo iba
a sentir ese compromiso y amor por gobernar si no es algo que eligió, sino que
heredo, que le impusieron? Pensemos en nosotros, en los que nos rodean, en cualquier
cosa que se quiere pero no se hace el más mínimo fuerza por tenerlo.
La reina Cristina
renuncia a su trono, pero se queda con
su título, aunque al final de su vida se queda sin nada porque sus contemporáneos
le dan la espalda. [1]
[1] La imagen fue tomada de http://themaskedlady.blogspot.mx/2012/03/la-traicion-de-monaldeschi.html
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