Día 230
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Gottschalk, Maren: Reinas (Cinco soberanas y sus biografías), México, FCE (A través del Espejo), Trad. Ofelia Arruti 2010, 2003.
Gottschalk, Maren: Reinas (Cinco soberanas y sus biografías), México, FCE (A través del Espejo), Trad. Ofelia Arruti 2010, 2003.
Esta es la última
entrada que publico sobre la lectura del actual libro. Debo decir que me
encantó la vida de esta última reina: Catalina II de Rusia (1729-1796); al igual que las
anteriores, ella necesita luchas en un mundo que parecería no estar ideado para
mujeres teniendo el podre de una emperatriz, zarina como se le dice constantemente. Siento
que es la que mejor visión tiene sobre lo que desea hacer con su favorable
cargo, no sé si más que Isabel I (Elizabeth) pero eso es lo que me parece, hasta que lo logra:
“[…] Solemnemente
entra en el palacio de invierno y recibe el juramento de fidelidad del senado.
A los 33 años, Catalina II es soberana de todas las Rusias.”(p.144)
Su vida es tan apasionante
y difícil que no es sencillo pensar en todo lo que tuvo que hacer, y no hacer,
para llevar a Rusia al “mejor” momento de su historia. Digo mejor, entre
paréntesis, porque no logra implementar realmente las ideas Ilustradas de su
tiempo a su nación, y al final de su mandato les da la razón y privilegios
destacados a los aristócratas, pero los trabajadores de los mismos no pierden
su condición de prácticamente esclavos. Y aunque esto no deja de hacerla una de
las grandes, con su carisma y poder ante los demás, tiene más que admirarse que despreciarse.
Pensar en una mujer
del siglo XVIII, con una carga tan difícil, no es cualquier cosas, se necesita,
como ella, un gran carácter, memoria, estudios, visión y poder de decisión para
llevarlos a cabo. Los titubeos no eran una alternativa y mucho menos los
sentimentalismos.
Estas reinas son un
gran ejemplo de vida femenina, y más como nos las presenta Maren, la autora de
este libro. Saber de la vida de estas mujeres hace que nos sintamos
identificadas con ellas por el sólo hecho de ser mujeres, pero si el lector es
hombre puede llegar a ver lo grande que pudieron ser y a la vez lo miserables.
Esta lectura es una gran lección de vida, de poder, esplendor y de infelicidad
también.[1]
No hay comentarios:
Publicar un comentario