Día 316
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Sheldon, Sidney: Si hubiera un mañana,
Buenos Aires, Émece editores (La nación), 2009.
Sheldon, Sidney: Si hubiera un mañana,
Buenos Aires, Émece editores (La nación), 2009.
Yo sí creo que los
seres humanos deseamos, aunque no sé si por una cuestión natural, vivir en compañía;
que bien podríamos decir que en realidad hacerlo es una de las tardeas más
complicadas porque congeniar con los otros no es tarea fácil, y en muchas
ocasiones es casi un infierno el hacerlo. Tampoco es que dude de los que dicen
que son las personas más felices al vivir solos, sólo que creo que llega un
momento en donde a todos nos pega el no tener a alguien con quien compartir.
“Jeff
dormía, a su lado en la cama. Tracy volvió a recordar la forma en que la había
cuidado, atendido sus necesidades, lavado su cuerpo desnudo. Percibió de manera
intensa, la presencia masculina, que la hacía sentir protegida.”(p.316)
Pero cosa muy
distinta es estar con alguien porque deseamos compartir y otra el estarlo
porque nos sentimos “protegidos” o “aliviados”. Pensar que estoy con mi novio
sólo porque me da protección, es algo a lo que le veo poco futuro, porque si me
pongo muy trágica ¿qué pasaría en el momento en que muriera alguno de los dos? Y
no es que yo exagere al decir esto, sólo que no podemos basar nuestra felicidad
y bienestar sobre los brazos de otros.
Suena fácil decirlo,
pero si alguien se considera cien porciento independiente emocionalmente de su
pareja, pues díganme cómo lo han logrado, porque yo aún no puedo del todo. [1]
[1] La imagen fue tomada de http://bikinis.clothinggo.com/es/online/Langsha-protecci%C3%B3n-perfecta-Salud-Masculina-de-espesor-t%C3%A9rmico-de-lana-de-ropa-interior-traje-gris-L88701-radiaci%C3%B3n-p177146.html
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