Día 330
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Saramago, José: El hombre Duplicado, (Trad. Pilar del Río)
Madrid, Santillana ediciones (Punto de lectura), 2007.
Saramago, José: El hombre Duplicado, (Trad. Pilar del Río)
Madrid, Santillana ediciones (Punto de lectura), 2007.
Como dice el dicho,
en gusto se rompe el género. Hay personas a las que les encanta las de terror,
a otras las comedias, de romance, tragedias, etc. Así es, seguramente ya te
diste cuenta que hablo de las películas. Y en todo esto de los gustos, también
habrá a quien de plano no le guste ningún tipo de cine, y que por lo tanto no
asista, ni compre y mucho menos que rente película alguna. Pero el cine, igual
que muchas otras cosas que mencionaré, pueden ser excelentes distractores para
mejorar en aquello de la depresión, claro está que siempre y cuando no sean
películas trágicas, ¿verdad?
“[…]
Es verdad, estoy un poco bajo, Problemas de salud, No creo, hasta donde sé no
estoy enfermo, lo que sucede es que todo me cansa y aburre, esta maldita
rutina, esta repetición, esta uniformidad, Distráete hombre, distraerse es
siempre el mejor remedio[…]” (p.15)
Pero así como le recomiendan,
al persona principal de esta novela, su colega maestro, el ver una película para
entretenerse por un rato, y con eso atacar la depresión, también nosotros podríamos
hacer recomendaciones a alguien que se encontrara en dicha situación.
A mí se me acorre
varias maneras de combatir la depresión (aunque debo decir que algunas de ella no
son propiamente ideas mías, sino sugerencias que también recibí en algún
momento) como leer, cantar, bailar, coleccionar algo, tejer, dibujar, salir a
dar paseos, escribir, etc. ¿Y tú qué recomendarías?[1]
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