Día 365+38
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Piera, Gustavo: La travesía. 18 claves para llegar a buen puerto. Barcelona, Alienta Editorial, 2006.
Piera, Gustavo: La travesía. 18 claves para llegar a buen puerto. Barcelona, Alienta Editorial, 2006.
Como lo he comentado en otras entradas, no creo que
exista una receta para educar exitosamente a los hijos, pero sí creo que mucho
de lo que tener que hacer es de sentido común. Sé que mi hijo, al igual que yo,
es un ser que tendrá momentos agradables y desagradables, que llegará a estar alegre o tristes,
contentos o enojado, etc. Soy consciente que parte de la vida son los
contrarios, y que no sería sano estar siempre sólo de buenas o de malas;
requerimos de unos momentos para poder valorar los otros; saber encontrar un
balance entre uno y otros. Por eso al estar en sus actividades diarias, ahora
que es pequeño, como guardar sus cosas, comer solo, jugar, etc. también tendrá
instantes de flojera o actividad. En estos casos, yo como madre, ¿debo hacerle
todo, aunque es pequeño?
“Estos padres muestran su cariño a través de facilitarles
la vida al máximo, para que no necesiten esforzarse. Se convierten en
sirvientes de sus hijos y consideran que su tarea también es evitarles
cualquier molestia o decepción; y defenderlos de cualquier agravio o
contratiempo. ” (p. 113)
Pero también sé que no puedo, ni debo, hacer todo lo que
él pueda hacer por sí mismo, me lo dicta mi sentido común. Esta frase de “no
soy su sirvienta” es verdad en la medida en que lo hacemos valer así, porque
uno como padre lo permite; claro está que hay responsabilidades que no les competen a
nuestros hijos porque no son aptas para su edad, pero otras que sí lo son y
tiene que ser hábitos llevados a cabo en el día a día. Ahora, ¿por hacer que mi
hijo recoja, a su corta edad, sus juguetes o coma solo me hace mala madre? Yo
creo que no. Tal vez habrá quien me diga que sí porque cómo pueda poner a
alguien tan pequeño a trabajar. Para mí esto no es trabajo es educación,
hábito, que el día de mañana será para el bienestar no sólo de él, sino de
todos; esto no quiere decir que sea inflexible y de pronto no le ayude. ¿Tú qué
opinas? [1]
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