Día 365+102
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Dostoievski, Fedor: El Jugador. (Traducción del Ruso: José Jaín Entralgo) España, Biblioteca Básica Salvat, 1969.
Dostoievski, Fedor: El Jugador. (Traducción del Ruso: José Jaín Entralgo) España, Biblioteca Básica Salvat, 1969.
¿Qué poder tiene las ideas en nuestras decisiones? Creo que total
y absolutamente. Si no mal recuerdo, porque mentiría al decir que esta
referencia es textual, la mente está llena de ideas, que son proyecciones de lo
que se hizo, se hace o se desea hacer. Todo lo que pensamos es una idea; la
mente está llena de ideas (si en algo me equivoco, te agradezco que me
corrijas) y por ello podríamos decir que la mayoría de las cosas quee hacemos,
negativo y positivo, surgen de una idea.
“Sí, a veces la idea más
disparatada, la idea más imposible se mete con tal fuerza en la cabeza, que uno
acaba por tomarla como algo realizable… Más aún: cuando a la idea se une un
deseo intenso, apasionado, en ocasiones la acepta uno como algo fatal,
necesario, impuesto por el destino, como algo que no puede por menos de
suceder. […]” (p.148)
Me imagino que esto es lo que, al igual que a nosotros, le ha de pasar
a los grandes científicos, músicos, escritores, arquitectos, etc. Que la o las
ideas nos llegan a inundar de tal manera que puede ser motivadoras para hacer
grandes y sensacionales ideas. Ejemplos sobran: desde una mamá que hace un
delicioso pastel, hasta un médico que crea una medicina. Todo somos movidos por
nuestras ideas, pero: ¿Qué tipo de ideas tenemos? ¿Según la idea es el
resultado? [1]
No hay comentarios:
Publicar un comentario