jueves, 29 de agosto de 2013

Mujeres conociendo a otras mujeres

Día 365+169
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.






El título de esta entrada te sonará a una cuestión de gustos sexuales, en especial a que hablaré de las lesbianas, pero no es así. Hablaré de mujeres conociendo a otras mujeres sin importar su color, creencias religiosas o preferencias sexuales, y me refiero a esto porque creo que las mujeres convivimos, nos relacionamos, menos (de una forma no destructiva) con otras mujeres, y más con los hombres, ¿por qué?



“[…] Viven dispersas entre los hombres, atadas por el medio ambiente, el trabajo, los intereses económicos, la condición social, a ciertos hombres –padre o marido- más estrechamente que a las demás mujeres.[…]" (p. 21)




Esta reflexión que hace nuestra autora en cuestión, me da la pauta adecuada para entra a mi duda inicial. Las mujeres no convivimos con otras mujeres porque estamos más tiempo inmersas en un mundo que es para hombres. En México se están haciendo grandes esfuerzos, por lo menos en el Distrito Federal, para que las mujeres tengan espacios de convivencia con otras mujeres, pero aún muchas estamos inmersas en problemáticas sociales y económicas que nos atan y subordinan a los hombres, y con esto no permitiendo que se conozcan y mucho menos que convivan entre ellas.
Seguramente conoces a una chica que es madre, por lo menos de un hijo, y que no trabaja fuera de casa porque el esposo, o hasta el padre, no se lo permite, y si llegara a permitírselo es con muchos peros. Seguramente la forma en que se relaciona con otras mujeres es desde lo que le enseñó su padre, o el ejemplo de sumisión de la madre. ¿Qué ejemplos conoces al respecto? ¿Sabes o eres parte de las mujeres que aún dependen, en uno o varios aspectos, de los hombres?[1]
                                                                 






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