Día 365+228
Comentando lo que me despierta la
lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
¿Alguna
ves le has preguntado a algún hombre si le hubiera gustado ser mujer? Yo que
recuerde, una pregunta así tal cual, no; pero lo que sí he oído es
conversaciones donde noto que los hombres no aceptan ser afeminados. Ejemplo
más claro sobre esto es el juego de los albures en México, porque detrás de
todo ese palabrerío, que parecen insignificantes, lo que se esconden y buscan
los contrincantes en reducir al otro a mujer, el poseerlo penetrarlo, gana
quien es puesto en un plano de sumisión.
“[…] Ningún
hombre consentiría en ser mujer, pero todos desean que haya mujeres.[…]” (p.141)
Creo que todo esto
bien desde que se le considera a la mujer como alguien inferior, alguien
sumiso, que se debe dominar porque es incapaz de conducir su propia vida; a
diferencia del hombre que simboliza todo lo contrario: la fuerza, rudeza,
madurez, valentía, etc. ¿Crees que alguien que es puesto en un plano de
superioridad va querer que se le ponga e uno de inferioridad? Por supuesto que
no. Pero ¿no te parecería interesante hacer una encuesta al respecto? Sería
bueno saber en realidad que piensan los hombres al respecto, porque para la
autora de este interesante libro es que ello son desean ser hombres pero sí que
haya mujeres, y creo que esto es porque en la gran mayoría de los casos, ellos
dependen más de lo que imaginan de ese “sexo débil”. [1]
[1] La imagen fue tomada de http://blog.enfemenino.com/blog/seeone_403799_8372344/HISTORIAS-Y-LEYENDAS/-Que-bonito-ser-Mujer
No hay comentarios:
Publicar un comentario