viernes, 6 de diciembre de 2013

Por qué las niñas se identifican con las muñecas

Día 365+269
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.





Al no nacer mujeres si no hacemos, es de imaginarnos que aquello que nos hace diferentes al otro género, al masculino, que son los genitales juegan un papel  en la formación de identidad como mujeres u hombres. En el caso de los hombres el pene, como lo he mencionado en anteriores entradas, es lo que representa al macho, al hombre, el juguete preferido; pero en el caso de las mujeres la vagina es algo oculto, tabú, intocable. En el caso de los hombres se da una identificación subjetiva con esta parte de su cuerpo que le han exaltado desde pequeño, juegan con él y le ponen nombres mimosos. Pero con las mujeres no pasa nada de ello, al contrario, es cuestión de vergüenza.



“[…] Mientras el niño se busca en el pene en tanto que sujeto autónomo, la niña mima a su muñeca y la adorna como sueña que la adornen y mimen a ella; inversamente, se ve a sí misma como una maravillosa muñeca.[…] sabe muy pronto que para agradar hay que ser bonita como una muñeca, y procura parecerse a una muñeca, se disfraza [...] ” (pp.218-219)




Cuando leí esta cita, en un primer momento, me pareció incomprensible, fantasiosa, pero después de reflexionar unos minutos entendí que podría tener algo de sentido; si los niños identifican al pene como algo que agradable, es lógico que lo vea con alegría y encanto, con un juguete, pero las niñas al no sentir la vagina como algo por lo cual se pueden enorgullecer, es de pensarse que buscan algo externo con lo cual identificarse y sentirse contentas, y de aquí el agrado por las muñecas. Creo que esto se cumple cuando la educación de los menores es muy delimitada por el machismo, donde se dan este tipo de roles, porque en una educación que no sea así, dudo que haya esta necesidad de las muñecas en las niñas. Así que no creo que deba haber una identificación de las niñas por muñecas forzosamente, sino que todo depende de la educación que hemos tenido. ¿Qué opinas?[1]















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