Día 365+345
Comentando lo que me despierta la
lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
Muchos
matrimonios existen en nuestra sociedad y como bien sabemos hay un rol que debe
cumplir la esposa y el esposo, platicaré del caso de la primera. Toda mujer que
se jacte de ser una buena esposa tiene obligaciones que cumplir, y si no las
cumple entonces es tachada de fodonga, mala, frígida, descarada, etc. Pero ¿qué
debe hacer para lograr ser buena esposa?
“[…] el
matrimonio es un único medio de ganarse la vida y la exclusiva justificación
social de su existencia. […] debe dar hijos a la comunidad; […] también tiene
la función de satisfacer las necesidades sexuales de un hombre y cuidar de su
hogar. […]”(p.375)
Si la única manera, en un sistema machista, en que una
mujer tenga valor es por medio del matrimonio, entonces debe ganarse ese titulo
de esposa, en primera teniendo hijos,
cuidado de su hogar limpiándolo, detallándolo, lavando, cocinando,
planchando, y tenido relaciones sexogenitales con su pareja; como lo dije
antes, si la mujer falla en alguna de estas actividades deja de ser buen esposa.
Yo creo que si una mujer decide ser esposa, cumplir con sus obligaciones y está consciente de lo que pierde, lo que
gana y es conveniente para ella, es correcta esta decisión, pero hay algo que
es innegables, y es que casi siempre estos roles en el matrimonio se dan desde
la desigualdad. [1]
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