Día 365+346
Comentando lo que me despierta la
lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
¿Qué
entendemos por poligamia? Es “un tipo de matrimonio en que se permite a una
persona estar casada con varios individuos al mismo tiempo.” Cuando nosotros
escuchamos dicha palabra, casi siempre la asociamos con una persona casada que
tiene sexo con varias personas. La poligamia es antónimo de la monogamia la
cual consiste en tener una sola esposa, una pareja sexual. ¿Los mexicanos
tenemos relaciones monógamas o poligámicas? [1]
“[…] La
poligamia siempre ha sido más o menos abiertamente tolerada: el hombre puede
llevar a su lecho esclavas, cortesanas, concubinas, queridas, prostitutas; pero
está obligado a respetar ciertos privilegios de su legítima esposa. Si esta se
ve maltratada o perjudicada, tiene el recurso […] de volver con su familia y
obtener la separación o el divorcio. […]”(p.375)
En teoría los matrimonios mexicanos son monógamos pero la realidad que muchas mujeres aceptan,
disfrazándolo con un discurso, es que “los hombres son más temperamentales por
naturaleza y no pueden controlar sus deseos sexuales; así que si va a tener una
amante que sea sin que yo me dé cuenta”. Seguramente has escuchado en alguno
momento que los mexicanos somos de doble moral, y es precisamente a esto a lo
que se refiere, decimos ser de una forma aunque en realidad seamos de otra. ¿Qué
es preferible, decidir abiertamente si queremos una relación poligámica o no? o
¿disfrazar la verdad con discursos como el anterior? [2]
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