Día 250
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Kundera, Milan: La insoportable levedad del ser, Barcelona,
RBA editores (Trad. Fernando de Valenzuela), 1993.
Kundera, Milan: La insoportable levedad del ser, Barcelona,
RBA editores (Trad. Fernando de Valenzuela), 1993.
Quiero dedicar este escrito a mi
querida amiga Bere Idalia y su esposo, gran amigo también, por su hermoso bebé
que llegó ahora al mundo. Yo sé que ustedes ayudarán a Esteban a descubrirse. ¡Los
quiero amigos mucho y felicidades!
¿Qué soy? Pero realmente
¿qué soy? Porque una cosa es lo que otros ven y la que yo creo ver; digo lo que
creo ver porque esto no garantiza que sea eso que creo ser. Sé que suena raro y
enredado esto, pero así es. Pensamos, creemos y decimos ser esto o aquello,
pero en el fondo ¿realmente nos conocemos?:
“Ella trataba de
verse a sí misma a través de su cuerpo. Por eso se miraba con frecuencia al
espejo. […]” (p.44)
Yo también he
intentado conocerme y reconocerme en el espejo, y debo decir que no siempre lo
que veo es algo que me diga mucho de mí. Pienso que pesa más lo que siento en
mi interior, lo que creo ser, aunque no dudo que alguien sienta lo contrario.
Aún así es difícil,
complicado, pero no creo que imposible el saber quiénes somos en realidad.
Espero que yo en algún momento lo sepa y ayudar a mi bebé a que lo descubra. Y tú
¿ya lo sabes? [1]
no me gustó el libro,me pareció pesado, denso. esperaba otra cosa.
ResponderEliminarHola Patricia: Yo en algunas partes del libro sentí lo mismo que tú, pero después de ver un documental sobre la problemática que vivieron los jóvenes en Praga de los años 60´s, pude entender que este gran libro va más allá de la historia de un amor enfermizo. Ojalá no podamos empapar más sobre el tema y releerlo con otros ojos.
ResponderEliminar