Día 365+104
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Dostoievski, Fedor: El Jugador. (Traducción del Ruso: José Jaín Entralgo) España, Biblioteca Básica Salvat, 1969.
Dostoievski, Fedor: El Jugador. (Traducción del Ruso: José Jaín Entralgo) España, Biblioteca Básica Salvat, 1969.
¿Cuál es el costo que tenemos que pagar, en especial las mujeres,
por cumplir con el estereotipo de belleza? Ser lampiñas, lacias, con nariz
respingada, mucho busto, usar ropa a la moda, zapatos de plataforma, etc. El precio
es el dolor, la tristeza, el sacrificio, la tortura. Tal vez todo esto te suene
exagerado, pero en el fondo sabes que es verdad; tan es verdad que muchas
mujeres, con el paso de los años, sufren transformaciones internas y externas.
“Sacó un pie realmente encantador, moreno, pequeño, no
desfigurado, como suelen estar todos esos pies tan agradables nos parecen
calzados en las botas.[…]” (p.163)
¿Alguna vez te ha tocado ver, o tú vives, un caso como el de la
cita? Y no hablo de la que tiene bonito los pies, sino los deformes. Yo sí. Como
sabes, las mujeres que han usado por años zapatillas de tacón, sufren de dolor,
callos, juanetes y deformaciones a la larga, porque el pie es sometido a largas
horas de encierro y aprieto; de tal manera que al quitar el zapato, el pie
tiene la forma de este.
Yo no he sufrido en mis pies por mantener esta “belleza” pero sí
en otros aspectos que espero platicar en otro momento. ¿Y tú, qué me puedes
contar? [1]
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