lunes, 26 de agosto de 2013

Hombre - mujeres. Una dominación aún sin explicación

Día 365+166
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.






Basta con platicar con nuestras abuelitas, no es necesario irnos siglos y siglos atrás a lo largo de la historia, para darnos cuenta de qué les tocó o no vivir por el hecho de ser mujeres. Y seguramente si volteamos a ver a nuestras compañeras, vecinas, amigas y a nosotras mismas podremos también darnos cuenta de que, aún el pleno Siglo XXI, las condiciones de vida, de oportunidades y de igualdad entre los hombres y las mujeres, no es para todas las misma, y que en muchas cosas no ha cambiado tanto, como quisiéramos, desde los tiempos de antaño.



“[…] No siempre ha habido proletarios, pero siempre ha habido mujeres, éstas lo son por su constitución fisiológica; por mucho que remontemos el curso de la Historia, siempre las veremos subordinadas al hombre: su dependencia no es resultado de un acontecimiento o de un devenir; no es algo que haya llegado. […]" (p. 21)




Pero ¿de dónde viene esta sumisión ante los hombres? Simone de Beauvoir nos dice no es por un acontecimiento, ¿a qué se refiere? Pensemos, por ejemplo, en la invasión de los españoles, cuando llegaron al continente americano, sobre las culturas mesoamericanas. El proceso de colonización no sólo consistió en tratarlos como animales, esclavos, sino de imponer su religión. Los americanos fueron dominados por los españoles a partir de este suceso, de esta imposición, de este hecho concreto. En el caso de las mujeres, frente a la sumisión de los hombres,  no se presenta de esta manera,  entonces ¿cómo es que se dio? Pregunta que seguramente se irá respondiendo poco a poco, a lo largo de esta interesante lectura.[1]
                                                                 











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