Día 365+350
Comentando lo que me despierta la
lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
Después
de que una pareja se conoce, se conquistas, se enamoran y quieren estar juntos
¿el paso siguiente es el matrimonio? Si estamos en una familia conservadora,
diría que sí. Pensemos en una chica que está perdidamente enamorada y que
espera el momento en que su novio le “demuestre” dicho sentimiento con la
entrega del clásico anillo de compromiso, como muestra del amor que profesa, y
si este no llega entonces cree que no la aman de verdad. Pero ¿en realidad el
matrimonio es la culminación del amor?¿Garantiza la fidelidad y lealtad de la
pareja?
“[…] amar no es
casarse y que resulta dificilísimo comprender cómo el amor puede convertirse en
deber. […] ”(p.391)
Por supuesto que el
matrimonio no garantiza ni la fidelidad, ni la durabilidad del amor. Aquellas
personas que dicen que sus parejas ya no los aman y se refieren en realidad a
que no sus esposas ya no los atienden,
dieron ese salto que menciona la anterior cita, dando pasaron del amor al creer
que ellas les deben atender, tolerar, obedecer. Los deberes como esposos son
como esposos, y no necesariamente represente, o demuestra, si se aman o no
porque bien sabemos que estar casados no es sinónimo de enamorados. Hay parejas
que no están casados pero que siente un amor profundo por el otro, y no por
ello debe ser juzgado como menos. [1]
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