martes, 3 de julio de 2012

¿Hay miradas que pesan?


Día 112
Comentando lo que me despierta la lectura de:
 Elizondo, Salvador: Farabeuf. México,
FCE, Colección Popular (Séptima edición), 2009.


Cuando se es niño, se está a la mirada, a la vigilancia de un mayor, la autoridad. Esto nos hace portarnos “bien” porque estamos observados. Y ¿cuándo somos adultos?:


 “Hay miradas que pesan sobre la conciencia. Es curioso sentir el peso que puede tener una mirada.[…]” (p.27)


Cuando somos adultos nosotros somos nuestro propio vigilante. Ya no necesitamos tener a nuestras espaldas a alguien que nos esté supervisando las veinticuatro horas del día, porque nuestra querida conciencia nos vigila. Por ellos creo que la mira que pesa es esa mirada, tu propia mirada, que te reclama, te dice, te vigila y te cobra la factura, es un peso moral muy pesado.


Pongamos un ejemplo: una persona que este primero de julio de 2012 vende su voto, pensando que hizo el “negocio” de su vida. ¿Qué pasaría con esa persona cuando se dé cuenta de que  él, o ella, fue el único que actúo, dentro de la ilegalidad, con palabra porque no pudo anular o votar por otra persona, pensando que se daría cuánta su comprador y que tome conciencia que en realidad lo que vendió fue su dignidad, su patrimonio, sus valores? ¿No crees que sentirá el peso de su mirada? Si es una persona con valores, con dignidad, claro que lo sentirá y seguramente pedirá con vergüenza, perdón ante sus familiares y amigos; si es un tirano, un ladrón, también lo sentirá pero lo ocultará, fingirá no sentir ese peso, pero más tarde que temprano le caerá, porque la conciencia distingue entre la verdad, lo conveniente, lo adecuado ante lo que no cuadra, lo que no es legal, lo falso. Y esa, la concia, es la mirada que más pesa, la que no nos deja ni un minuto en paz. ¿Tú has sentido ese peso de una mirada?[1]











[1] La ilustración mostrada fue tomada de http://acertixo-extravaganza.blogspot.mx/2011/07/escepticos-sin-conciencia-epicureos.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario