jueves, 5 de julio de 2012

Un delito es un delito


Día 114
Comentando lo que me despierta la lectura de:
 Elizondo, Salvador: Farabeuf. México,
FCE, Colección Popular (Séptima edición), 2009.


En estos tiempos preelectorales, en donde muchas son las pláticas, la información que se ve y piensa, no debemos dejar de debatir, comentar en contra o a favor sobre el tema, porque con este ejercicio nos hacemos ciudadanos activos e interesados por nuestros problemas gubernamentales. Pero el mantener una postura coherente e imparcial es fundamental para no caer en la ilegalidad.


 “El magnicidio, querido maestro, cometido o propiciado aun en aras de ideales sublimes, no deja de ser un delito grave […]” (p.36)


Porque no debemos olvidar que un delito es un delito aquí y en China, como bien lo describe la anterior cita. Como lo he comentado a mis conocidos, la verdad en estas elecciones son más que claras; la verdad salta a la vista de cualquiera, se impone y es clara. No podemos justificar aquello que es evidente y claro. Sabemos que los resultados de nuestras recientes votaciones no cambiaran, no pasará nada ante lo evidente; así que sólo nos queda pensar e informarnos de lo que ha pasado, pasa y pasará, porque como siempre, el tiempo nos dará la razón.[1]













[1] La ilustración mostrada fue tomada de http://mexico.cnn.com/nacional/2012/06/30/de-la-caida-del-sistema-al-magnicidio-y-la-violencia

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