lunes, 3 de diciembre de 2012

Donde quiero llegar es…


Día 264
Comentando lo que me despierta la lectura de:
 Kundera, Milan: La insoportable levedad del ser, Barcelona,
RBA editores (Trad. Fernando de Valenzuela), 1993.


Nuestras vidas son lineales: nacemos, crecemos, morimos (no incluyo nos reproducimos porque es algo que actualmente podemos decidir hacerlo o no). Está marcado por un pasado, presente y futuro; y a su vez por años, meses, días, horas. En cada instante vivimos, lo queramos o no, con un rumbo. Cuando somos niños deseamos cierto juguete, de adultos llegar a cierta meta u objetivo y de ancianos la paz y serenidad. Pero ¿por qué muchos de nosotros nos esforzamos tanto en algo que queremos y parece que no lo obtenemos. Por ejemplo: la fama, la felicidad, el auto perfecto, una esposa, etc.?


“[…] el objetivo hacia el cual se precipita el hombre siempre queda velado. La muchacha que desea casarse, desea algo totalmente desconocido para ella. El joven que persigue la gloria no sabe qué es la gloria. Aquello que otorga sentido a nuestra actuación es siempre algo totalmente desconocido para nosotros. […]” (p.125)


La ruta que nos marcamos para llegar a un objetivo está llena de baches, atajos, laberintos, pistas, etc. Pero ¿es verdad que lo que deseamos, lo que nos motiva a vivir, es algo que en realidad no conocemos? Pensemos en una chica que desea ser amada, ¿ella sabe qué es el amor? o ¿sólo ha visto algunos casos de personas que han dicho estar “enamoradas”?  Porque a lo mejor lo que ella interpreta como amor no lo es, camina hacia un objetivo que realmente es ajeno, oculto, vela (cubierto por un velo) que no le permite conocer  lo deseado antes de llegar.  Esto tiene sentido porque si conociera lo que es el amor entonces es porque ya lo ha tenido o lo tiene, y por lo tanto ya no lo buscaría.


Así que viendo este panorama es probable pensar que si yo deseo la fama a lo mejor ya la he tenido, pero como no sé realmente qué es ni cómo es, porque la desconozco, pero no la he visto ni mucho menos valorado. Caminamos entre una nube de incertidumbres sobre lo que queremos, deseamos y tenemos. Entonces ¿cómo saber que ya encontramos o llegamos a lo deseado? [1]




[1] La imagen fue tomada de http://maria596.blogspot.mx/2010/08/camino.html

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