Día 296
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Villoro, Juan: Llamadas de Amsterdam,
México, Almadía, 2012.
Villoro, Juan: Llamadas de Amsterdam,
México, Almadía, 2012.
El que empiece una
relación de pareja, como el que termine, es un gran misterio, para comprender
esto sólo necesitamos hacernos preguntas como el ¿por qué tuviste que conocer a
esta persona y no ha otra? Por poner un ejemplo, y nos daremos cuenta que no
todo es planeado, ni todo es casual, porque por más que queramos buscar
explicaciones a las cosas, no todo
alcanzamos a encontrarle una.
“[…]
Diez años, demasiados para una pareja sin hijos ni un proyecto de colonización
en tierras vírgenes.
Cuando se separaron, Nuria desapareció de su
órbita. Se fue a Nueva York como abducida por extraterrestres. En siete años no
supo nada de ella.[…]” (p.8)
Y precisamente es así
como empieza esta pequeña historia, escrita por Juan Villoro[1], como
muchas otras, en donde los personas principales, después de diez años de vivir
juntos, se separan por múltiples situaciones. Uno podría llegar a pensar que una
pareja es formalmente estable cuanto más tiempo llevan juntos, pero no es siempre
así. Situaciones ajenas a la relación pueden llevar a la ruptura que puede ser:
la familia, la indiferencia, la infidelidad, el desamor, los rencores, etc.
¿Pero qué es lo que
lleva a una pareja a darse una segunda oportunidad? si es que la hay ¿Es
posible crear un ambiente apto para “empezar” una segunda vez? Tal vez si o tal
vez no. Al final el rencuentro es igual de misterioso. [2]
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