miércoles, 3 de abril de 2013

El remolino de la rapidez


Día 365+21
Comentando lo que me despierta la lectura de:
 Piera, Gustavo: La travesía. 18 claves para llegar a buen puerto. Barcelona, Alienta Editorial, 2006.



¿Qué pasa con estos tiempos en donde todo es rapidez? crecer rápido, comer rápido, tener relaciones rápido, casarse y tener hijos rápido, hacer comida rápida, leer rápido, camina rápido, etc. En una ciudad donde en el ambiente se ve, siente y huele la rapidez es fácil engancharnos en su marea, y cuando se muestra resistencia de la misma, se suele apartar, despojar, difamar a la persona.  ¿Esto es lo mejor, lo adecuado para nosotros y nuestros hijos?



"¿dónde queda el niño en está nueva modalidad? Pues como un anexo de nuestras vidas apurada. Que coma cuando pueda, lo que pueda y como pueda. Que duerma como pueda, donde pueda y cuando pueda. Es la ley de adaptarse o morir." (p.30)



El estrés, la ansiedad, son los enemigos número uno para tener una vida saludable. ¿Qué podemos hacer para mejor nuestras rutinas? Para que nuestras actividades sean de calidad y no de cantidad, sin  apuros ni frenesí. Un primer paso podría ser sólo respirar. 


Sí somos conscientes del impacto que este ritmo de vida conlleva, seguramente tendríamos rutinas y hábitos más cuidados, menos acelerados.[1]





[1] La imagen fue tomada de http://managest.com.ar/management/el-arte-de-la-respuesta-rapida.html/attachment/rapidez

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