Día 365+33
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Piera, Gustavo: La travesía. 18 claves para llegar a buen puerto. Barcelona, Alienta Editorial, 2006.
Piera, Gustavo: La travesía. 18 claves para llegar a buen puerto. Barcelona, Alienta Editorial, 2006.
¿Qué es la apatía? Es “la falta de emoción, motivación o
entusiasmo. Es un término psicológico para un estado de indiferencia, en el que
un individuo no responde a aspectos de la vida emocional, social o física.” [1] ¿Qué lleva a un niño a ser apático? Entre una
de las cosas que influyen, según este libro, es la sobreestimulación. ¿Pero
cómo se llega a este punto? Primero trataré de entender que es estimular. Nos
dicen que es recomendable para un niño recién nacido, lo que se le llama la
estimulación temprana que consiste en una serie de ejercicio para ayudarle al
desarrollo físico del menor. Pero qué pasa si además de hacer al bebé sus ejercicios
de rutina, lo ponemos a hacer más de la cuenta y no lo dejamos dormir, o
descansar ni un solo momento, pues llega la sobreestimulación. El niño no logra
recuperar sus energías ocupadas y seguramente estará siempre mal humorado y
llorando. Piensen en un caso en donde todo el día se tiene la televisión prendida
y no se deja ni un solo espacio para despejar la mente y descansar el cuerpo.
¿Cuál crees que es el impacto en niños, jóvenes y adultos?
“Si el niño pequeño está constantemente en un ambiente
donde hay demasiados estímulos, los sentidos se cierran para protegerse y el
niño se insensibiliza. Se adormece y cae en la apatía, es decir, se cierra
tanto a lo bueno como a lo malo. No hay distinción.”(p.81)
La anterior cita nos muestra que la apatía es entonces un
mecanismo de defensa ante aquello que nos es dado en exceso, o que no estamos
preparados a digerir, o simplemente no lo necesitamos. Así en lugar de
activarnos lo que nos causa es todo lo contrario. Sé que no en todos los casos
esto pasa, pero sí creo que puede llegar a ser una constante y es mejor tomar
esto de los estímulos con cuidado.
Quisiera poder ayudar a mi hijo en su crecimiento, pero
sé que el proporcionarle todo y para todo no es la solución, ni tampoco
queriendo darle todo conocimiento de un jalón. Pero es complicado saber cuál es
la medida, aunque insisto en que hay cosas que se saben sólo por sentido común,
como el respetarle sus horarios de comer y descansar, eso hasta nosotros lo
necesitamos. [2]
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