Día 258
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Kundera, Milan: La insoportable levedad del ser, Barcelona,
RBA editores (Trad. Fernando de Valenzuela), 1993.
Kundera, Milan: La insoportable levedad del ser, Barcelona,
RBA editores (Trad. Fernando de Valenzuela), 1993.
Una persona tiene un
comportamiento repetido tantas ocasiones que ya no es sólo un error, sino un
problema, para el que lo hace y para los involucrados. Seguramente a quien más le
afecta es a los otros, y no al que lo produce, porque no es consciente de ellos,
o se hace que no lo es y ya no sabe cómo salirse de esta manera de ser:
“[…] Pero, si
traicionamos a B, por cuya causa habíamos traicionado a A, de eso no se
desprende que nos reconciliemos con A. […] La primera traición es irreparable. Produce
una reacción en cadena de nuevas traiciones, cada una de las cuales nos
distancia más y más del lugar de la traición original.” (p.94)
El círculo vicioso
que podemos ver en esta manera de ser, no es rara ni asilada, es de lo más
común de lo que imaginamos, no sólo cuando traicionamos, al mentir, robar, al
ser violentos, etc.
¿Cómo romper este
círculo si al estar dentro no podemos ver objetivamente la salida, si es que la
hay? ¿El que es así se da cuenta de su forma de ser o lo hace intencionalmente?
¿O será que este escrito también ya se enredó?[1]
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