Día 365+40
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Piera, Gustavo: La travesía. 18 claves para llegar a buen puerto. Barcelona, Alienta Editorial, 2006.
Piera, Gustavo: La travesía. 18 claves para llegar a buen puerto. Barcelona, Alienta Editorial, 2006.
Qué fácil es hablar, decir, pero que complicado actuar. Muchos
podemos decir cosas, que si somos o hacemos esto u otros, sólo teoría; pero pocos son los que realmente lo son, lo
hacen, lo ponen en práctica. En
ocasiones cuando la teoría, lo que pensamos, es demasiado pretencioso, y cuando
tenemos que llevarlo a la práctica, lo que hacemos, nos llevamos con grandes
sorpresas, decepciones, frustraciones o alegrías. No todo lo que se dice fácil
se hace fácil, y no todo lo que se ve complicado se realiza igual.
Imagina qué es lo que piensa, o siente, un hijo cuando
decimos una cosa pero en realidad hacemos otra. Si decimos que no es correcto
decir groserías, pero en el momento en que nos enojamos las soltamos, ¿qué pasa
por la mente de nuestros pequeños? Como dice la autora de este libro, los
confundimos.
“[…] el niño pequeño se apoya más en observar los
movimientos que en escuchar explicaciones. En vez de hablar ponga en práctica
sus habilidades y conocimientos. Puede acompañar lo que hace con explicaciones
sencillas, pero nunca explique sólo verbalmente. El niño necesita ver como lo
hace.” (p. 136
No puedo hablar, con total certeza y claridad, de cómo el
cerebro, los pensamientos, se van estructurando en la mente, ni siquiera cómo
neurológicamente se lleva el proceso de aprendizaje, pero sí puedo hablar desde
mi experiencia personal y a través de mi hijo. Lo que Rosa, la autora del
libro, nos dice en la anterior cita es algo que podemos constatar a cada
momento, en especial con los hijo pequeños. Yo, por ejemplo, noto que mi hijo
imita mis sonidos, mis movimientos, expresiones, etc. Él ahora aprende por lo
que ve, más que por lo que entiende, es muy visual y sensitivo. Por eso tenemos
que cuidar lo que hacemos, y cómo lo hacemos porque esto se les quedará grabados
como una huella en su ser, tenemos que predicar y enseñar con el ejemplo.[1]
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