Día 107
Comentando lo que me despierta la
lectura de:
Fuentes, Carlos: Las buenas conciencias. México,
Planeta DeAngostini (Colección Carlos Fuentes), 2002.
Fuentes, Carlos: Las buenas conciencias. México,
Planeta DeAngostini (Colección Carlos Fuentes), 2002.
No es lo mismo decir que hacer,
porque una cosa es tener clara la teoría, lo que se lee, se estudia y otra
parte el actuar, el hacer, el accionar. Por ejemplo puedo leer una guía sobre
cómo amar y ser amad@, y me puede quedar claro lo que dice, pero el momento en
que nos acercamos a la persona que deseamos amar o que nos ame, la cosa cambia;
nos ganan los nervios, no encontramos las palabras adecuadas para expresar lo
que sentimos, la otra persona no reacciona como creíamos, etc.
“[…]
el amor se prueba con hechos, no con palabras” (p. 225)
Así que si queremos
demostrarle a alguien que lo amamos, tenemos que buscar la forma y el modo de
hacer algo para demostrarlo, o basta con decirlo.
Seguramente las
mujeres que están leyendo este pequeño escrito me darán la razón, eso espero,
cuando digo que una de las mayores quejas que se les hace al ser amado es ésta,
y si es muy extrema la situación ni siquiera se expresa con palabras el amor.
Tal vez en esto
consista la complejidad de amar, que necesitamos poner de nuestra voluntad de
actuar para que sea creíble y no se quede sólo en teoría porque, si no, será un
amor al estilo de los candidatos políticos, ahora que estamos en épocas
electorales, a base de puras promesas.
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