Día 365+312
Comentando lo que me despierta la
lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
Cuando
dos personas deciden hacer una vida en común casándose o viviendo juntos en
concubinato, lo hacen en muchas ocasiones con el fin de tener hijos; suele
pasar que el hijo más grande, es especial si es mujer, llega a una edad en
donde siente el derecho de corregir a los hermano, si es que tiene, o a los
padres mismo porque cree ser la mayor autoridad de la casa, ¿por qué?
“[…] cuanto más
madura la joven, más le pesa la autoridad materna. Si en casa lleva una vida
hogareña, sufre por no ser más que una asistenta; querría consagrar su trabajo
a su propio hogar, a sus propios hijos. […]” (p.308)
Creo que esto puede llegar a ser más común en familias en
donde a las mujeres se les tiene aún atadas a un padre, al macho, porque ellas
al no enfocarse en su porvenir, su futuro, en su propia vida, quieren tomar las
riendas del hogar familiar. Todo esto hace que una joven adolescente, no sienta
un vacío existencial en su ser, pero en realidad lo que refleja es la
impotencia de tener las riendas de su propia vida, familia y sociedad. Así que
si tu fuiste la que se sentía la mamá más que la propia mamá, sería bueno que
te preguntarás el por qué de este comportamiento, y si es algo que actualmente
aún afecta a tu entorno. [1]
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