Día 303
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Sheldon, Sidney: Si hubiera un mañana,
Buenos Aires, Émece editores (La nación), 2009.
Sheldon, Sidney: Si hubiera un mañana,
Buenos Aires, Émece editores (La nación), 2009.
No cabe duda que uno
de los más grandes deseos de muchas personas, es el de tener poder para dominar
no sólo a las demás personas, sino a todo aquellos que se ponga enfrente. Los
medios no importan, sino el tener lo necesario para aplicar la severidad, que
en la mayoría de los casos es injustificado.
“Por
ser su primer delito, y no haber dado muerte a nadie, la condena de quince años
era inusualmente severa. El hecho de que el acusador fuese Joseph Romano lo
hacía sospechar aún más de la sentencia.[…] ” (p.53)
Así como al personaje
de esta novela le toca la mala suerte, y por culpa también de su ingenuidad, de
toparse con un hombre poderoso y la meten a la cárcel (motivos si hay pero no
con la sentencia que le dan) en la vida real pasa lo mismo. No falta la
persona, hombre o mujer, que quieren imponerse por el sólo hecho de sentirse
poderosas, aunque en el fondo, y en muchas ocasiones salta a la vista la
ignorancia y el deseo de sólo hacerse valer a costa de lo que sea. Seguramente
me logras entender porque sabes a que me refiero ¿verdad? [1]
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