viernes, 15 de febrero de 2013

Platicar ¿Con quién?


Día 339
Comentando lo que me despierta la lectura de:
 Saramago, José: El hombre Duplicado, (Trad. Pilar del Río)
Madrid, Santillana ediciones (Punto de lectura), 2007.



El hablar, charlar, platicar de forma formal o informal es lo que muchos, en esta ciudad y país tan caótico –con vidas iguales- buscan por el medio que sea necesario. Podemos ir con familiares, amigos, colegas de trabajo o escuela, sacerdotes, o hasta pagar por algunas pláticas, o años enteros, con sicólogos, que en muchas ocasiones son algo caras.


“[…] Tertuliano Máximo Alfonso abrió la boca para responder, si la expresión abrió la boca es permitida tratándose de un diálogo todo él silencio, todo él mental […]” (p.70)


Así que comunicar nuestro sentir a los otros es, para mucho de nosotros, lo que buscado por días, meses y hasta años. Pero ¿qué pasa con el diálogo interno? ¿Por qué en muchas ocasiones no nos damos la oportunidad de platicarnos, de conocer nuestra voz interna y aprovecharla? Seguramente sí lo has hecho, pero la mayoría no lo hacemos de forma consciente sino lo contrario.


El autodiálogo no cuesta, no es necesario ir a ningún lado porque lo tenemos con nosotros todo el tiempo, y además no se gasta en larga distancia. Hablémonos aunque esto implique tener algunas discusiones, y también acuerdos, con nuestra voz interna. [1]














[1] La imagen fue tomada de http://fotos.tadega.net/index.php/Sclera/ronda-para-platicar

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